Hacia mucho, mucho tiempo,  que tenia en mente ir en Vespa, a comer al Restaurante Miracastro, en Castro Laboreiro. Por fin, el día 8 de Noviembre, era el día indicado.

Ese fin de semana, se celebraba en Goian la Feria de Motos antiguas, a la que asistimos todos los años y en donde saludo (anualmente, aunque no debería ser así) a mi amigo Victor Perez, uno de los organizadores.

Asi que,  con una visita prevista a Goian, para hacer alguna compra, cogimos rumbo a Castro Laboreiro. La ruta portugesa empezaba en Vilanova de Cerveira, desde donde nos dirigimos a Paredes de Coura, por una preciosa carretera de montaña que solo tenia como hándicap las curvas sombrías, en la que daba pánico inclinarse un poquito… el asfalto era de color verde….

De Paredes de Coura, continuamos hacia  Arcos de Valdevéz, haciendo una para en “ O corno de Bico”. Un paisaje protegido, en los alrededores de la aldea de Bico . Desde el mirador, la vista es impresionante y como el día estaba increíblemente despejado, aunque con mucho viento pudimos disfrutarlo mientras tomábamos un maravilloso chorizo de vaca que había traído Javier, un queso manchego y una botella de vinho do douro que compró Mundo, por que la de Protos que traía amarrada al portabultos, decidió bajarse en marcha sin avisar…

Una vez terminado el almuerzo, emprendimos ruta de nuevo, por que nos quedaba un buen trecho para llegar a comer a las dos y media previstas. El sol había empezado a apretar, y la carretera se secaba poco a poco, haciendo mas cómoda la marcha. Atravesamos Arcos de Valdevéz, y continuamos camino hacia Soajo. Allí tuvimos un pequeño Vespiste, y en lugar de coger la carretera hacia la izquierda en dirección a  Nosa Senhóra da Peneda, nos colamos pueblo abajo, hasta que cruzamos el Rio Lima. Por suerte, no perdimos la memoria y pudimos regresar al pueblo para preguntar por el camino correcto. Este Vespiste, nos impidió tomar una cervecita que esta pensada en terraza soleada, pero el reloj apremiaba, por que no sabíamos exactamente cuanto camino nos quedaba hasta Castro laboreiro.

El tramo de Soajo a Lamas de Mouro, pasando por el Santuario de Nosa Senhora da Peneda, aunque con peor asfalto, es precioso, las vistas valen la pena. Lastima no haberlo hecho con un poco mas de calma, pero como dije antes, el reloj apretaba. Al fin, llegamos a Castro Laboreiro a la hora prevista (14,30), para poder comer con calma y hacer el regreso con la luz del dia. 

La comida, espectacular. Hacia unos años que no iba al Miracastro, pero se sigue comiendo muy bien alli.  Unos nos decidimos por el “bacalhao com broa” y otros por el cabrito. Las dos elecciones fueron acertadas. El vino tinto verde, estaba fresquito y bajaba bien.  

Después de comer, emprendimos regreso, bajando por Melgaco, Moncao, Valenca. Un tramo lo hicimos por la carretera vieja, que en Vespa es mucho mas divertida.

Al llegar a Gondomar, no fuimos a  tomar una caña de despedida en la de Chape, en Gondomar,  y cada uno se fue para su casa, como tenía que ser….

270 kilómetros de ruta por carreteras muy reviradas, ideales para las Vespas, un día prácticamente de verano, la compañía como siempre, muy buena y, yo particularmente, me he sacado la “espinita” de Castro Laboreiro.  A pensar en otra ruta parecida para la primavera!!!

Saludos,

La salida de noviembre prometía. En la reunión mensual, se había decidido recorrer la zona de Soutomaior, Pontesampaio, Redondela… Con un excelente rutometro preparado por Charli, incluso con fotos de los lugares donde íbamos a hacer las paradas. Así que el domingo día uno, a las nueve de la mañana, nos encontramos en Mañufe como de costumbre, dispuestos a disfrutar de las vespas.  Todos menos Jose, al que recogimos al pasar por su casa, camino de Ponteareas. Hoy nos acompañaba Clemente.  El día estaba realmente fantástico, un poco fresco, pero sin nubes y parecía que el sol iba ganado fuerza, a pesar de estar en Noviembre.

La primera parada, fue en el bar Fozara, donde tomamos unos callos y un vinito tinto que nos hicieron entrar en calor, tengo que decir que siempre nos reciben muy bien y, aunque vamos temprano, siempre hay un pinchito. Después de un rato de charla, decidimos continuar hacia el segundo punto propuesto por el Developer, Soutomaior. Ahí,  el sitio elegido fue el Bar Piñeiro. En la terraza, se estaba realmente bien, ya sobraban las cazadoras, repito, parecía mas un día de Junio. Como no tenían vino de barril, decidimos tomar una botella de mencía (Excepto Diego, que se empeña en tomar Estrella Galicia…), acompañada de otras tapas de callos, que superaban a los del Fozara (realmente buenos).  Sin entretenernos demasiado, por que hacia falta el tiempo para la kilometrada que había propuesto Charli,  arrancamos en dirección a Pontesampaio. Cruzamos el puente y pasamos por Arcade para dirigirnos a Cesantes, donde Charli volvió a sorprendernos llevándonos a O Regato, bajando a la playa, al fondo a la derecha. Después de subir los interminables escalones que tiene para llegar al bar, nos instalamos en la terraza, con magnifica vista de la isla de San Simón. Allí nos pusieron unos croques que estaban muy buenos. Antes de esta parada, hubo un momento de confusión, cuando alguien paró a repostar…, y de repente había que ir a los mejillones… y  resulta que el hombre estaba solo… y no hay mejillones… y que hacemos…? Y … vamos a Cesantes… y es tarde… y… bueno, un lio de los nuestros.

En Cesantes, nos despedimos. Unos fueron hacia Baiona, por Vigo (Teis) y carretera vieja y otros subimos desde Redondela hacia el aeropuerto, con destino Gondomar.

Una ruta increíble, muchos kilómetros, paradas buenas, lio, un día espectacular… de los que espero que tengamos muchos más.

Saludos.

SALIDA 6 DE SEPTIEMBRE DE 2015

Este domingo dia 6 de septiembre,  como de costumbre, nos dimos cita en la gasolinera de Mañufe a las nueve de la mañana. Esta vez nos acompañaba Luna, un amigo de Cesarito que llevaba tiempo amenazando con venir con nosotros. Este día se celebraba algo especial,  Charly estrenaba su Vespa Primavera!!!!.

Un viernes cualquiera, hace quince días,  comiendo en Cesarito (Ardora), y como yo estaba negociando la compra de una primavera, le dio un arrebato y… media hora mas tarde, tenía apalabrada una prima NK 125. Buena compra! Así que, siguiendo las costumbres de la banda, correspondía estreno e invitación al pulpo.

Para tal evento, decidimos hacer camino hacia Fornelos de Montes, pasando por el CUVI y por el Aeropuerto, para atravesar la carretera de Redondela por los Valos y subir a  Fornelos,  hacia Mondariz.

En el camino, hicimos paradiña en un furancho al que nos había llevado Javier, y del cual no se el nombre. Aunque, tampoco me preocupa mucho, ya que no creo que vuelva por allí. Y lo digo por que en nuestra visita anterior, pedimos vino tinto, que aunque no muy bueno, tampoco era para tirarlo. Pero en esa ocasión, le pedimos tortilla, y nos puso una recién hecha, que estaba muy rica, con pan del día anterior, por que su cuñado todavía no había traído el fresco. Bien, pues  esta vez, no solo no había pan fresco (que a lo mejor era lo de menos), sino que a pesar de oler el bar a tortilla recién hecha, nos puso una que tenia del día anterior. Tengo que matizar que nos dijo al llegar que estaba nerviosa, por que tenia una comida de 25 personas (para ellos eran las tortillas), nosotros solo éramos  8 … pero cierto es, que una tortilla se hace en media horita…  Por cierto, invitó Luna, por que desconocía el modus operandi de la banda a la hora de las cuentas… muchas gracias, Luna!.  

    Otra vez en ruta, bajamos a Mondaríz. Al llegar, no teníamos donde aparcar y un Policia local muy amable, nos permitió aparcar al lado del coche patrulla, en un hueco justo para todas nuestras Vespas, salvo la de Charly, que ocupó un lugar de preferencia. En la feria (que se celebra todos los domingos) Mundo y yo, con la mediación de Cesarito, compramos una tetilla, que estaba muy rica, aunque prefiero las de los pastos de primavera.

Allí fue donde Charly cumplió su compromiso de invitar a pulpo a toda la banda, por el estreno de Vespa. La pulpeira era Josefa, la del bar Vide de Ponteareas. El pulpo estaba rico y el vino que nos pusieron no estaba nada mal (nada que ver con el anterior).

  De allí, nos dirigimos a Ponteareas, no sin que alguno tuviese que repostar (…). El destino era el Vegé, un bar que nos enseñó Nucho hace algún tiempo. A esas horas ya hacia calorcillo y en la terraza se estaba realmente bien. Sobraba jersey y camiseta… alguno incluso pidió sombrilla.

Mientras tomábamos un vinillo que estaba muy rico, Jose probó la “prima” de Charly y Mundo probo la DS de Jose. La sonrisa de Mundo al bajarse de ella lo decía todo…

Estando allí, nos informaron de que el “caimán Nucho” estaba de camino y, aunque tardo un poco en llegar, le esperamos para saludarlo. De ahí, todo el mundo se fue a su casa (menos Cesarito Y Luna, que se habían marchado antes).

Excelente salida. Buen tiempo, a pesar del frio mañanero, buen recorrido, con una carretera preciosa, tanto de piso, como de curvas. Lastima que esta vez, los pinchos, salvo el pulpo, no estuvieron a la altura.

Al Vegé le falta un pincho más rico. La última vez que estuvimos, tenia unos callos ricos. A ver si la próxima vez hay un poquito de chorizo casero o un quesito rico, oreja, zorza… etc… pero siempre volveremos al Vegé.

 Por cierto Sr. Developer, me gusto mucho el titulo de este mes, parafraseando a mi querido pariente. Gracias. 

Hola a todos!

Después de una temporada sin hacer crónicas sobre las Salidas mensuales, aquí  estoy de nuevo, para tratar de relatar lo sucedido el pasado domingo día 5 de abril de 2015… Aclarar, que durante todo este tiempo, la banda siguió saliendo cada primer domingo de mes, pero servidor no escribió las crónicas por motivos varios…

A ver si podemos hacer un recopilatorio de fotos , y comentarlas.

Como decía, el domingo día 5 de abril, como viene siendo habitual, la cita era en la gasolinera de Mañufe, a las nueve y media de la mañana. Con la puntualidad que nos caracteriza, allí estábamos Manolo, Jóse, Charly, Ricardo, Diego, Cesarito y Yo. Después de rellenar los depósitos, y de una breve deliberación (ya que en la reunión del martes no se había decidido el itinerario), optamos por ir hacia Fornelos (O Rosal), al Bar “La Cueva” (El bar de Mundo o el Bar de la tortilla…) y desde allí, decidir el resto del recorrido.

Como siempre, fuimos muy bien recibidos por la propietaria, que nos puso una jarrita de vino tinto (excepto a Diego, que sigue con sus estrellas) y una tapas de callos que estaban  tan buenas, que Jóse,  Cesarito y alguien mas que no recuerdo, repitieron. TambÍen nos obsequió con un plato de tortilla espectacular. Para dar una idea, diré que CesarÍto preguntó por la receta, a lo cual le dijeron que era irrevelable… entonces, ofreció trabajo a la cocinera… pero al final no hubo acuerdo laboral. Personalmente, prefiero seguir yendo a La Cueva a tomar la tortilla,  y disfrutar en el Ardora del resto de platos que preparan maravillosamente (las cocineras).

Una vez entonados los cuerpos con el refrigerio Rosalino, partimos dirección Tebra, guiados por Charly (gran conocedor de los carreiros Baixomiñóranos , Miñotos), el cual  tuvo el detalle, de buscar con esmero una corredoira donde estuviese una patrulla de la Guardia Civil para que nos saludase, con el consiguiente susto para algún miembro de la banda, con Itv caducada de cuatro días….

Al legar a Cristelos, en la rotonda,  Cesarito se despidió, por que “Il Laboro” le reclamaba.

Llegados a Tebra, a “La Taberna”, después de una ruta preciosa (Eiras, Goian,Figueiró….), otra jarrita de tinto (y la estrella de Diego, por supuesto), con empanada de Jamon York y queso de tapa… Yo esperaba la increíble empanada de zorza que suelo tomar allí, pero… otro día será.

Ya de camino a casa, paradiña en Florentiña (rima), para comentar la mañana. Allí compartimos terraza con unos amigos, charlando sobre Vespas… ellos venían en otro tipo de monturas, pero creo que en algún momento, llegaran a montar una Vespa y nos acompañaran.

A partir de ahí, y como el reloj apretaba, cada uno se fue a su domus… para cumplir con sus familiares compromisos.